Después de una dura derrota ante los Yankees, John Kruk, conocido tanto por su habilidad en el campo como por su carácter fuerte, decidió ofrecer una dura prueba de la realidad a los Filis. Kruk, con su estilo directo y a menudo sin pelos en la lengua, probablemente se dirigió a sus compañeros y a los medios para expresar su descontento y la necesidad de mejorar.
En este tipo de situaciones, Kruk solía ser muy claro y contundente. Podría haber resaltado la falta de esfuerzo, la falta de concentración o cualquier otro aspecto del juego que considerara necesario para que el equipo se diera cuenta de la gravedad de la situación. Sus palabras no solo servirían para motivar al equipo a elevar su nivel de juego, sino también para recordarles que el béisbol es un deporte que requiere compromiso constante.
Kruk, conocido por su capacidad para combinar la crítica constructiva con un toque de humor, también podría haber usado su estilo característico para aliviar un poco la tensión, mientras seguía presionando a sus compañeros a mejorar y a superar la derrota con una actitud positiva y decidida.